En busca de atraer migrantes de alto poder adquisitivo, Uruguay flexibiliza desde este miércoles los requisitos para otorgar la residencia fiscal, y las consultas de argentinos se disparan por los beneficios tributarios pero también por la estabilidad política, la seguridad jurídica y hasta el control de la pandemia de coronavirus en el país.
Dos meses antes de asumir la presidencia, Luis Lacalle Pou, de 46 años, anunció en enero su intención de mejorar las condiciones para que extranjeros de grandes patrimonios se radicaran e instalaran empresas en Uruguay.
Esa idea se acaba de materializar en un decreto que agrega dos nuevas causales para obtener la residencia fiscal, lo que alivia la carga impositiva y puede ser un llamador para tramitar también la residencia legal o migratoria.
Como consecuencia, las consultas al respecto desde la vecina Argentina aumentaron de forma exponencial, confirmaron a la AFP estudios jurídicos expertos en temas tributarios.
«Habían aumentado ya a principio de año», señala Mario Ferrari Rey, socio del Área de Servicios Legales de la consultora PWC. Y ahora volvieron a subir «muchísimo», aporta de su lado Federico Fischer, socio gerente de la firma legal y tributaria Andersen Uruguay. [fuente]